Cuando mi hijo nació no sabíamos que había nacido enfermo, él estaba un poquito morado y con dificultad para respirar, le dijimos al médico y él nos dijo que era normal, le pusieron oxígeno por una hora y ya nos lo dieron de alta y nos lo llevamos para la casa.
Cuando tenía 7 meses, un día amaneció con un brazo hinchado y de inmediato lo lleve a urgencias, le hicieron exámenes y no me dijeron nada, solo que lo tenían que trasladar para Medellín a una clínica de segundo nivel, y de una nos fuimos, a las dos horas me dejaron entrar a verlo ya lo tenían con muchas cuerdas por todo el cuerpo y entubado, el médico habló conmigo y me explicó todo, que el niño tenía una cardiopatía muy difícil y debían enviarlo a una clínica de otro nivel.
Lo mandaron a la cardio y esa misma noche que llegamos ya tenían el quirófano listo para hacerle la cirugía, y me dijeron que debían operarlo de urgencias porque no aguantaba hasta el otro día, debido a que había nacido solo con medio corazoncito y no le estaba pasando suficiente sangre a los pulmones, por eso debían colocarle un tubito del corazón a los pulmones, y así fue, lo operaron, duro en coma 20 días y ya se fue recuperando poco apoco.
Al añito le hicieron la segunda cirugía, el Glenn; y como no le subió suficiente oxígeno al cerebro, le dieron múltiples infartos cerebrales y quedo con epilepsia, un retardo en el neurodesarrollo, utilizó oxígeno 8 meses, quedo anticoagulado por un año, le dio hipertensión pulmonar, actualmente tiene ventrículo único, pero gracias a Dios y todo el equipo de la clínica cardio VID y a la fundación de Santiago corazón mi niño ahora estudia, juega y esta super bien con su corazón guerrero.