Bono de Pésame en bolsa de tela de organza, planta y Abrazador
El bono de pésame representa una donación que ayudará a los niños enfermos del corazón a tener una oportunidad de vida.
Esta presentación incluye: Bono y tarjeta marcado en caligrafía, Planta de Anturio, Bonsai, Orquídea y abrazador en caja con libro del abrazador en empaque. Comunícate a nuestro WhatsApp (311 7249887) para verificar existencia de las referencias disponibles.
Medellín: Entregas de lunes a viernes. Domicilio sin costo en: Medellín, Sabaneta, Itagüí, Envigado. Nuestros tiempos de entrega son de 1-3 días hábiles en Medellín, Sabaneta, Itagüí, Envigado y de 3-5 días para las otras zonas. Para mayor agilidad puedes llamarnos para recoger tu pedido en nuestra oficina de Oviedo local 9954.
Está elaborado en papel importado: Prisma Bianco de 220gm, de 20 x 20 cms., con acabados en estampado al calor dorado y repujado. Tanto el sobre como el bono se marcan en caligrafía. Todos nuestros productos son realizados y personalizados 100% a mano.
Hacemos envíos a todas las ciudades del país.
Cuando tu adquieres un Abrazador, aportas para que los niños en recuperación también tengan el suyo, además nos ayudas a la dotación de equipos y apoyo a las familias.
El Abrazador viene con un libro que cuenta su historia. Nuestro personaje nació en una isla entre los océanos, creció alimentándose de nubes, jugando con las flores y las olas del mar. Le encanta jugar escondite con los árboles, los pájaros, y las montañas.
El Abrazador aprendió a abrazar abrazándose a sí mismo, fortaleciendo su capacidad de creer en sí mismo. Hace arco iris con las nubes viendo las crisis como oportunidades, se encuentra a sí mismo a partir de los otros.
Puede enseñarte a ti como hijo, padre y hermano, y a otros muchos, acerca de las emociones y la manera de mirar el mundo. Sin ojos, ni nariz, ni orejas… Sólo necesita tener un corazón para hacerlo.
Los Abrazadores, nuestra historia y tú, ayudan a conectar a las personas, a incrementar la confianza en uno mismo, creer que los sueños construyen realidades y, sobre todo, a volver a creer. Creer en uno mismo, en los otros y en el mundo.
